Auxiliar de Conversación: 2015-2025
Hace 10 años me lancé a una de las mayores aventuras de mi vida y cómo tal, merece una celebración que iniciaré con este post.
Era el 17 de noviembre de 2014, estudiaba mi último curso del grado de Educación Primaria a distancia y trabajaba a tiempo completo en una agencia de enseñanza de idiomas, cuando se publicaron las plazas para ser auxiliar de conversación en el curso 2015-16. Siempre había sentido una gran curiosidad por EE.UU., así que me aventuré a reunir todos los méritos y a echar la solicitud sin pensar demasiado en lo que aquello podría suponer. A partir de ahí se sucedieron nervios, sorpresas, felicidad, contratiempos, aventuras, anécdotas… pero sobre todo, una gran evolución profesional y personal.
El aprendizaje profesional es evidente mediante el descubrimiento de metodologías, actividades o aplicaciones tanto didácticas como de gestión del aula; además de una gran experiencia cultural y lingüística que enriquece las clases para siempre. Sin embargo, en este post quería centrar mi reflexión tras 10 años en el crecimiento personal.
- Aprender a realizar trámites: justificar méritos, solicitar el visado, obtener una cuenta bancaria, un número de teléfono, la membresía del gimnasio o la tarjeta de la biblioteca. Cuando consigues tener todo en regla crees que ya nada puede contigo 😁.
- Tener lo justo y necesario: en el caso de EE.UU. puedes llegar a vivir en diferentes casas por lo que aprendes a vivir con lo esencial que te va acompañando de un sitio a otro.
- El amor que existe por tu propia cultura y tu lugar de procedencia: una de las cosas que más me sorprendió fue el interés que existe por la cultura española, la comida, el idioma… algo que hasta ese momento yo no había valorado de verdad.
- Vivir con ilusión cada día: las experiencias que te sacan de tu zona de confort hacen que cada día cuente, que no exista la monotonía, y se vive con verdadera intensidad. Además, aprendes a ver lo positivo de cada situación.
- Abrir la mente hacia diferentes modos de hacer las cosas, distintas culturas y costumbres: comienzas a valorar las peculiaridades de cada sociedad y de cada cultura desde la curiosidad y el respeto, sin juzgar.
- Mejorar la autoestima y la seguridad en uno mismo. Haces cosas que nunca habrías imaginado, ya que surgen una gran cantidad de oportunidades cuando eres auxiliar en un país extranjero. Por ejemplo, lideré un club de lectura para adultos a través de Nada de Carmen Laforet, di el discurso de apertura de una ceremonia sobre el aprendizaje de idiomas y fui entrevistada para el periódico local. Por otro lado, también encuentras situaciones más complejas que debes superar por ti mismo.
- Valorar lo que se tiene: al volver valoré mucho más cada segundo con mi familia. Me di cuenta de lo valioso que era tener cerca a tus seres queridos.
- Hacer nuevas amistades: tanto los auxiliares con los que te coordinas para quedar en las diferentes ciudades, como las personas que te van ayudando en esta experiencia se quedan contigo para siempre. Incluso a día de hoy, 10 años más tarde, sigues hablando con ellas para volver a encontrarte o para saber qué tal les va.
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