Descubriendo mis pasiones – Parte 2: El inglés y el mundo.
En E.G.B. no comenzaba a estudiarse
inglés hasta 3º de primaria y todos sabemos que la calidad de las clases dejaba
un poco que desear pero, desde el primer día, algo me enganchó. Me resultaba fácil e interesante, aunque no
puedo explicar por qué. Los cursos pasaban y las clases llenas de reglas
gramaticales y largas listas de vocabulario se sucedían un año tras otro, ¿cómo
podía sentir tanto interés?
A los 19 años salí por primera
vez de España para estudiar durante un mes en Cork (Irlanda) y todo cobró
sentido. Tras la primera semana de adaptación, comencé a comunicarme con mayor
facilidad y a conocer gente de otras partes del mundo con sus peculiaridades
culturales. Tras las 4 semanas, no quería volver a España y por eso, repetí la
experiencia 4 veces más: Inglaterra, Irlanda, Nueva York y Los Angeles.
Ya no era solo poder utilizar el
inglés en contextos reales para mejorarlo notablemente, era la posibilidad de conocer mundo y a
personas de culturas muy dispares, pero que, en el fondo, teníamos mucho en
común. Tu mente se abre y las distancias se acortan. Las experiencias vividas
en el extranjero no pueden ser sustituidas por nada, son únicas e
irrepetibles, así como los amigos que haces por el camino.
Ahora, a punto de comenzar una nueva aventura... ¡que ganas!
Consejo: viaja y aprende idiomas
para poder conocer culturas y modos diferentes de pensar.
(Muy recomendable el curso que hice en Cork -repetí 3 años seguidos- si quieres información de dónde ir para mejorar la fluidez y el nivel de forma notable, pregúntame sin compromiso)
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